Miro pero no veo,
oigo pero no escucho,
hablo pero no entiendo,
padezco pero no siento,
quiero pero no amo.
Miro pero no veo,
oigo pero no escucho,
hablo pero no entiendo,
padezco pero no siento,
quiero pero no amo.
Despertador sonando, entreabres los ojos, apuras el tiempo en la cama, wake up!
Comienza un nuevo día, una nueva aventura, no sabes nada más, a quién conocerás, si será un día insulso e intrascendente o uno de esos días que recordarás siempre porque te cambió la vida, porque te hizo tomar otro camino.
No me siento atado a la rutina, cuando el agobio me invade quiero pensar que yo elijo esta situación, ya sea por comodidad, inercia o miedo pero con la certeza de que en cualquier momento uno puede decidir y tomar otro rumbo, giro de 360º, dejarlo todo, coger una mochila y escapar, empezar de cero; Londres, Sídney, Miami allá voy, polos opuestos rutina y fuga. Variedad de opciones multirespuesta.
No dejo mi destino exclusivamente al caprichoso azar, “yo soy yo y mis circunstancias” venimos en gran medida condicionados por nuestro contexto: cultura, país, familia, código genético más la influencia de sucesos aleatorios e impredecibles nos deja poco margen de maniobra, aunque me encanta pensar y quizás me aferro a la idea de que tenemos poder de decisión y voluntad que no todo viene enteramente determinado por la causalidad física.
"La muerte no existe, la vida es solo un sueño y somos la imaginación de nosotros mismos"
No es cuestión de ideologías, de política, de a quién votas,
no es cuestión de que estilo tienes, que música escuchas, que bebida tomas, no es cuestión de que haces en tu tiempo libre, de qué equipo eres,
es cuestión de valores, de ética, de lo correcto, es cuestión del bienestar a largo plazo, de la felicidad misma, de la libertad, de lo que realmente te llena, es cuestión de ser consciente y de ayudar al otro, es cuestión de salirte de la manada sin miedo, porque con eso es con lo que juegan, con el miedo, una vez que no tengamos miedo, seremos libres.
Sólo es cuestión de querer realmente, de voluntad, de curiosidad, de que no te lo den todo mascado, de mirar más allá, de implicarse, de tomar la pastilla azul y de salir de Matrix...
El desviarse de la manada y desvincularse del grupo no es debilidad, es valentía;
el sentirse cómodo en esa masa gris homogénea y criticar, marginar, golpear al valiente mientras te sientes arropado por otros zombis como tú, es señal de ignorancia y de cobardía.