Es un proceso extraño el de dejar marchar el alma,
un ritual abstracto difícil de explicar,
notas como parte de ti se evapora,
hacia el exilio a otro lugar.
Una sensación incómoda que vacío deja,
un consumo inexorable,
lento,
venenoso.
La única opción de reencontrar el alma extraviada,
es moverse,
cada milímetro de esfuerzo
evita el naufragio
y he aquí donde la última en abandonar la balsa,
la balsa de la medusa,
la última en abandonar el ser,
será la esperanza.
Géricault.
MW.
sábado, 21 de septiembre de 2013
viernes, 20 de septiembre de 2013
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