Last beer.

Un botellín vacío es ahora mi condena.
En el fondo, la consciencia sobre mi inexistencia.
Mi pasado se ha ido. En el reflejo de nuestros espejos,
me doy cuenta que yo podría ser tú. Y podría mostrarte la verdad
hasta que el frío se instalase y se cerrase la luz.

Círculos perdidos.

¿Sabes lo que he aprendido?

Que el mundo lo habitan personas perdidas,

personas que bajo un orden, un control y una tradición hacia lo que debe ser,

hacen y malviven sin pararse a pensar,

sin parar a reflexionar,

sin pararse a sentir.

Andan pero no saben a donde van,

respiran pero no son capaces de inspirar,

sienten, y no saben que es,

porque no saben, no saben que significan esas sensaciones que los estimulan,

se mueven como ganado, sin rumbo, sin objetivo.

Por eso, dentro de todo este sinsentido, lleno de miedo, lleno de incomprensión,

cuando, dentro de este multiverso lleno de partículas y paja, encuentres algo que conecte contigo,

algo que aunque no entiendas del todo se adhiera a tu propia partícula,

debes aferrarte a ello, porque da igual que no lo comprendas, da igual que se escape a tu limitado entendimiento, estás sintiendo una puta cosa real y,

debes aferrarte a ello.