martes, 20 de diciembre de 2011
miércoles, 14 de diciembre de 2011
MW.
En la gris y fría ciudad
infestada de buitres que se pavonean,
de seres de plástico
encontré una flor,
Tan grande como mi cabeza.
Cuando me dispuse a olerla y tocarla perdí un trozo de oreja
parte de un dedo
un ojo
y gran parte de mi razón.
Regresé al día siguiente dispuesto a cortar aquella maldita cosa
pero la encontré tan hermosa,
tan única,
que me dediqué a regarla y a cuidarla entregándole mi corazón.
Tiempo.
Compro oro,
Compro todo el que puedan venderme,
El dinero no es problema dígame solo cuánto.
Con el oro puedo hacerlo todo,
Puedo conocerte,
Puedo conquistarte,
Puedo enamorarte,
Puedo joderlo, puedo arreglarlo,
Puedo perderlo, puedo ganarlo,
Lo que está claro es que sin el oro nada de esto podré hacerte.
C.B.
Y es viento frío
Y pienso en los chicos
De la calle.
Espero que algunos tengan
Una botella de tinto.
Cuando estás en la calle
Es cuando te das cuenta de que
Todo
Tiene dueño
Y de que hay cerrojos en
Todo.
Así es como funciona la democracia:
Coges lo que puedes,
Intentas conservarlo
Y añadir algo
Si es posible.
Así es también como funciona
La dictadura
Sólo que una esclaviza
Y la otra destruye a sus
Desheredados.
Nosotros simplemente nos olvidamos
De los nuestros.
En cualquier caso
Es un viento
Fuerte
Y frío.
miércoles, 7 de diciembre de 2011
FUCK.
viernes, 25 de noviembre de 2011
K.
jueves, 6 de octubre de 2011
La culpa la tiene el pop.
Verdades silenciadas, propósitos convertidos en despropósitos,
Obviedades olvidadas, choques aparcados,
Búsqueda de tesoros, hallazgos encontrados.
Sed que no sacia, digestión que no acaba,
Huracanes que no amainan, fugas que no huyen,
Lugares que se marchitan.
Momentos inadecuados, gente adecuada. Gente inadecuada, momentos adecuados.
Luces que explotan de intensidad, explosiones que se apagan en algún lugar.
Carreteras por cruzar, brebajes por probar.
Dudas por acallar, nieblas por disipar.
sábado, 3 de septiembre de 2011
K.
Igual ya es hora.
Igual ya es hora de dejar de soñar, de dejar los ideales a un lado y someterme al poder de lo productivo.
Igual ya es hora de dejar de pensar, de leer y criticar y someterme a los folletines diarios que narcotizan a mis compañeros.
Igual ya es hora de dejar de perder el tiempo en mujeres y someterme al poder de una sola.
Igual ya es hora de dejar de escribir y decir tonterías y someterme a los vaivenes de la cerveza.
sábado, 27 de agosto de 2011
Fly.
domingo, 7 de agosto de 2011
Ciclos.
Noches fugaces, luces y alcohol.
Risas, bailes, miradas furtivas.
Cortejos, juegos, rituales.
Jungla de asfalto por jungla de arena, embutidos en cajas de cartón.
martes, 2 de agosto de 2011
Ñá!
Me muevo por los callejones, sigiloso, en silencio por las sombras, evitando las aglomeraciones, los ruidos, los altercados, esas grandes avenidas colapsadas de gente que no son más que un mero escaparate de exhibición tanto para las tiendas como para las personas que por ellas pasean. Noto sus miradas, de asco, envidia o deseo; me resultan frías y distantes. Me emborracho cada noche como vosotros, aunque mis motivos son diferentes a los vuestros, no mejores ni peores, simplemente diferentes.
La noche es mi consejera, me cuida, me camufla; evito las luces, evito ser visto, paso desapercibido para vosotros pero os observo, soy otro zombi más, otro borrego castrado, o eso parece. La luna me sirve de guía, aunque hace tiempo ya que cambió de color.
Ya tendréis noticias mías.
lunes, 1 de agosto de 2011
Moody.
Charlas simples, acompañadas de trivialidades, extraños interaccionando para no sentirse solos, charlas huecas que llenan espacios de silencios incómodos. Carne putrefacta trabajada en gimnasios, intentando vender envoltorios degradados, antes de que los demás descubran las telarañas que tejen tu mente vacía. “Muertos jodiendo con muertos”. Mundo superficial, amor superficial. Bellas, tersas y bronceadas epidermis, programadas para pasar como mercancía manufacturada.
Ojos vacíos, miradas vacías, labios vacíos, manos vacías, palabras vacías, mentes vacías;
El reloj del campanario marca las cinco, es hora de ponerse la careta y salir a la calle a jugar.