Rituales de canibalismo que comen hasta las entrañas,
rituales de moderación que llevan hasta la rutina,
rituales de conocimiento que traen experiencia,
rituales de pensamiento que absorben el alma.

Días coloridos que se tiñen de oscuro,
días oscuros que caen en el olvido.
El olvido de un día navideño,
días navideños que nunca fueron coloridos.

Human traffic.

(el techno deja de sonar)
El presente desaparece.
La fantasía es parte de la realidad
y nos dejamos llevar.
Pensamos con claridad, y sin embargo,
no pensamos todo.
Esto parece verdad.
Dejamos de intentar controlar las cosas.
Un pequeño y tibio flujo químico entre nosotros.
Nosotros fluctuamos.
¿Será daño cerebral?
Olvidamos todo el dolor y el sufrimiento de la vida.
Queremos ir a otro lugar.
Ya no nos sentimos intimidados por los otros.
Todas nuestras inseguridades se evaporan.
Estamos en las nubes, ahora completamente abiertos.
Somos astronautas orbitando la tierra.
El mundo se ve maravilloso desde aquí.
Estamos libres de emociones, deseando lo intangible.
Arriesgamos nuestra salud mental por breves momentos de clarividencia.
Tantas ideas, tan poca memoria.
El último pensamiento muerto por la anticipación del próximo.
Estamos cubiertos por un increíble sentimiento de amor.
Fluimos al unísono. Estamos juntos.
Desearía que esto fuera real.
Queremos un nivel de armonía universal donde nos podamos sentir bien con todos.
Llevamos el ritmo, parte de un movimiento.
Un movimiento de evasión.
Ondas de despedida.
Y al final lo que queremos únicamente es ser felices.
Para!
¿De qué mierda estoy hablando?
(el techno sigue)

La inestabilidad, la agonía, la fricción, el choque, la guerra puede matar

o puede mantenerte vivo, alerta.

La paz se tierna desesperante, ficticia.

Es la peor cosa

caminas

te ríes

te relajas

bajas la guardia.

La realidad es que no hay paz, solo la ilusión de ella, el anhelo, el camino hacia ella.

1:59

Me quiero encerrar, junto a tus virtudes mágicas,
enredarme y dejarme llevar, con la imaginación
tan sublime y poco diplomática.
Soy un loco, un lunático, un excéntrico tántrico y geotérmico;
loco por ti y tu locura, por tu cordura envuelta en armadura;
por sentirme un amigo, un desconocido, un rey, un plebeyo;
una montaña, una pradera, un búnker, una escalera, subiendo los escalones de tres en tres,
llegando a la cima, sufriendo un revés,
tropezar,caer rodando y bajar hasta el final, adentrándose en los hornos de Averno, 
en lo más profundo del inframundo eterno,
entonces me recupero, presa del miedo del que deja algo olvidado en un cuaderno;
vuelvo a trepar,
no si por masoquismo o utopía,
solo sé que no puedo y no quiero parar.

Contradicciones de la mente, en su lucha con la razón, en su disonancia con el corazón, en su fugacidad con el cronos, en su experiencia con el alma. En oscuros caminos, en oscuras vertientes, donde la sed continúa,  la fatiga merma,  el ocaso infinito se mezcla de dolor. Dolor relajante, dolor hiriente, dolor inevitable, dolor que no duele; autodolor.

Luz del alma, luz divina, faro, antorcha, estrella, sol... un hombre a tientas camina; un hombre que se marca un farol.