martes, 2 de agosto de 2011

Ñá!

Me muevo por los callejones, sigiloso, en silencio por las sombras, evitando las aglomeraciones, los ruidos, los altercados, esas grandes avenidas colapsadas de gente que no son más que un mero escaparate de exhibición tanto para las tiendas como para las personas que por ellas pasean. Noto sus miradas, de asco, envidia o deseo; me resultan frías y distantes. Me emborracho cada noche como vosotros, aunque mis motivos son diferentes a los vuestros, no mejores ni peores, simplemente diferentes.

La noche es mi consejera, me cuida, me camufla; evito las luces, evito ser visto, paso desapercibido para vosotros pero os observo, soy otro zombi más, otro borrego castrado, o eso parece. La luna me sirve de guía, aunque hace tiempo ya que cambió de color.

Ya tendréis noticias mías.


No hay comentarios:

Publicar un comentario