domingo, 9 de diciembre de 2012

1:59

Me quiero encerrar, junto a tus virtudes mágicas,
enredarme y dejarme llevar, con la imaginación
tan sublime y poco diplomática.
Soy un loco, un lunático, un excéntrico tántrico y geotérmico;
loco por ti y tu locura, por tu cordura envuelta en armadura;
por sentirme un amigo, un desconocido, un rey, un plebeyo;
una montaña, una pradera, un búnker, una escalera, subiendo los escalones de tres en tres,
llegando a la cima, sufriendo un revés,
tropezar,caer rodando y bajar hasta el final, adentrándose en los hornos de Averno, 
en lo más profundo del inframundo eterno,
entonces me recupero, presa del miedo del que deja algo olvidado en un cuaderno;
vuelvo a trepar,
no si por masoquismo o utopía,
solo sé que no puedo y no quiero parar.

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